Me llama la atención lo que señalan los deportistas en cuanto
al factor convivencia. La diferencia que hacen entre una competición normal y
la situación que se produce en las olimpiadas, la
oportunidad que ofrece convivir y relacionarse más intensamente con sus
propios compañeros de equipo y con otros deportistas. Este comentario se ha repetido
en distintas entrevistas a diferentes deportistas de élite.
Esto me hace pensar en la importancia de las relaciones personales, su
correlación con el rendimiento y el disfrute de la
experiencia deportiva.
El día a día de los entrenos, los días de concentración para jugar una competición o una reunión de equipo son oportunidades para trascender las relaciones personales más allá de lo meramente deportivo. Si desde el punto de vista de los/as deportistas esto es importante, esto no puede pasar desapercibido para el equipo técnico que los acompaña, especialmente para su principal responsable (coach, mister, entrenador/a, preparador/a...).
El día a día de los entrenos, los días de concentración para jugar una competición o una reunión de equipo son oportunidades para trascender las relaciones personales más allá de lo meramente deportivo. Si desde el punto de vista de los/as deportistas esto es importante, esto no puede pasar desapercibido para el equipo técnico que los acompaña, especialmente para su principal responsable (coach, mister, entrenador/a, preparador/a...).
Al planificar la temporada desde el punto de vista técnico,
¿se tienen en cuenta los aspectos sociales o relacionales de las personas que
van a integrar el equipo? ¿Cómo se afronta la preparación en habilidades que permita la resolución
de conflictos, la potenciación de la comunicación
asertiva o positiva, el respeto entre los miembros del grupo, el
aprovechamiento de las relaciones personales para mejorar la motivación y
compromiso con el equipo?
Cuando hablamos de destrezas de las personas que integran un
equipo técnico, se incluyen la habilidad para dirigir grupos, liderazgo,
comunicación asertiva, capacidad para generar ilusión y motivar, ya que el
trabajo es duro y requiere compromiso. Si bien en la formación de
entrenadores/as se incluyen los aspectos psicológicos, es cierto que la integración de estos factores en
la planificación técnica no se preparan lo suficiente o no se tiene en cuenta hasta que no surge un
conflicto , o bien el rendimiento y los resultados se ven afectados, entonces es
cuando “se pone la tirita”.
Por tanto, estar preparado/a para dinamizar a tu equipo, es un factor clave. Estar preparado/a para sacar partido a la sinergia que, se produce en un vestuario, en un entrenamiento o en una concentración, es una habilidad a desarrollar por parte de quienes dirigen a los deportistas. Ser consciente de esta fortaleza mejora el rendimiento y la posibilidad de disfrutar de la experiencia deportiva y personal.
Os dejo un enlace que habla de ello.
Por tanto, estar preparado/a para dinamizar a tu equipo, es un factor clave. Estar preparado/a para sacar partido a la sinergia que, se produce en un vestuario, en un entrenamiento o en una concentración, es una habilidad a desarrollar por parte de quienes dirigen a los deportistas. Ser consciente de esta fortaleza mejora el rendimiento y la posibilidad de disfrutar de la experiencia deportiva y personal.
Os dejo un enlace que habla de ello.
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